domingo, 30 de septiembre de 2012

LOS DIEZ MEJORES CICLISTAS DE TODOS LOS TIEMPOS: NÚMERO 6. MIGUEL INDURAIN

Miguel Indurain  Larraya (16.07.1964, Villaba, España). Profesional de 1984 a 1996.

Palmarés: 5 Tour de France (1991, 1992, 1993, 1994, 1995), 2 Giro d'Italia (1992, 1993), 16 etapas en grandes vueltas (12 en el Tour, 4 en la Vuelta), 1 medalla de oro contrarreloj en carretera (1996), 1 Campeonato del mundo crontrarreloj (1995), 2 Paris - Nice (1989, 1990), 2 Critérium du Dauphiné Liberé (1995, 1996), 3 Volta a Catalunya (1988, 1991, 1992), 1 Clásica de San Sebastián (1990), 1 Grand Prix du Midi Libre (1995), 1 Euskal Bizikleta (1996), 1 Tour de la C.E.E. (1986), 1 Critérium International (1989), 1 Vuelta a Asturias (1996), 1 Vuelta a los Valles Mineros (1987), 1 Campeonato de España (1992), 93 días de liderato en grandes vueltas (4 en Vuelta a España, 29 en Giro d'Italia, 60 en Tour de France), 2 años finalizados como líder de la clasificación UCI (1992, 1993), Mejor performance en la hora (53,040 km, 03.09.1994, Bordeaux)

Puestos: 2º Campeonato del mundo (1993, 1995), 3º Campeonato del mundo (1991), 3º Giro d'Italia (1994), 2º Vuelta a España (1991).

Equipos: Reynolds (1984 - 1989), Banesto (1990 - 1996)




Miguelón. El campeón tranquilo. El campeón magnánimo. El campeón que levantaba el pie en los finales ante sus rivales. El ciclista que machacaba en las contrarrelojes y subía los puertos a tren. El pupilo más aventajado y disciplinado del seminario de Echavarri y Unzúe. La espada de Pinarello. El récord de Burdeos. El que fuera líder más joven de la Vuelta a España. Un gran talento desaprovechado para brillar en las clásicas. El causante de un primer arrebato de forofismo español, previo a la alonsomanía y al nadalismo. El gran campeón que no ganó la gran vuelta de su país. El ídolo de Bradley Wiggins. El paciente de Sabino Padilla. Uno de los grandes contrarrelojistas de la historia, si no el que más. El en un inicio llamado "Mikel". El hermano de Prudencio. El que convirtió el grito de "Indurain, Indurain, Indurain..." en un mantra de las sobremesas españolas del verano. El primer caso de las ya demasiado repetidas transformaciones "de gregario a figura". Sus potentes, bronceadas y relucientes piernas como pistones de una imparable máquina veraniega. La espectacular contrarreloj de Luxemburgo. Los podium en los mundiales. Al que solo se le vio un atisbo de debilidad humana en el Valico di Santa Cristina y en Larrau. El primer españolito en Milán. La foto con el pañuelito rojo del San Fermín. El campeón tímido. El anuncio de Danacol. Miguelón.   

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