Continuo con algunos de los artículos publicados en ¿Alguna idea? bajo el epígrafe "El placer de la mirada". Fotogramas seleccionados sobre temas concretos, que relacionan en la mayor parte de las veces el cine con las artes plásticas.
Kandinsky, Malevich, Mondrian, luego
Klee, y más tarde Rothko: la pintura desde las vanguardias se ha
desprendido del mundo. Desde entonces, la superficie del cuadro ha
sido un campo de batalla de líneas y colores. Dejó de tener sentido
buscar significados, pues los objetos habían desaparecido. La
realidad se exaltaba de otra forma, no ya recreando la naturaleza
sino exhibiendo su esencia. ¿Pero cómo podía el cine acercarse a
la sensibilidad abstracta que ha terminado por dominar el arte? ¿Cómo
podía hacerlo sin dejar de lado lo que le es propio, es decir, la
realidad fotografiada?
Sin prescindir de los objetos y de los actores, los
directores de cine y sus directores de fotografía se han acercado a
esa sensibilidad abstracta buscando los espacios vacíos dentro del
plano. También dividiendo el plano en dos mitades constrastadas, o
compartimentándolo en bandas. Para ello recurrieron a los pintores
del pasado que ya habían intentado sacar a la luz la estructura
geométrica que subyace en la realidad. Pensaron en Piero della
Francesca, en Durero, en Poussin. Pero también en aquellos maestros
modernos de los espacios vacíos: Degas, De Chirico, Hopper. De
esta forma, el plano se convirtió en un territorio de tensiones y
contrastes entre los espacios llenos y los vacíos, entre la silueta
de los actores y las formas geométricas de los objetos. Los grandes
directores se especializarán así en el diálogo mudo entre lo vivo
y lo inerte.
La geometría puede mostrar un mundo
despersonalizado y rígido en el que los personajes están alienados
o viven bajo presión psicológica. Pero también la geometría puede
mostrar la asombrosa belleza que subyace bajo la regularidad de la
naturaleza y de las cosas.
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El eclipse (Michelangelo Antonioni, 1962) |
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La montaña sagrada (Alejandro Jodorowsky, 1973) |
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El resplandor (Stanley Kubrick, 1980) |
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El sabor del sake (Yasujiro Ozu, 1962) |
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El conformista (Bernardo Bertolucci, 1970) |
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Centauros del desierto (John Ford, 1956) |
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Suspiria (Dario Argento, 1977) |
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